viernes, 11 de marzo de 2016

El enamoramiento en la política

Hay personas que tienen claras sus ideologías políticas, pero son las menos. Personas que se tomaron el trabajo —y sus familias los dejaron— para pensar, evaluar, conocer.
Lo cierto es que la mayoría de la población en un país promedio —Como Uruguay, no voy a poner de ejemplo a países con grandes tradiciones democráticas— sigue lo que yo llamo el proceso de enamoramiento en la política. El proceso de voto de una persona promedio en un país promedio se equipara al proceso de enamoramiento de una persona promedio en una relación promedio. Muchos promedios, ¿no?
Paso a explicar: cuando uno conoce a alguien nuevo, tiene su primera cita y hay un cierto interés recíproco, todo es emocionante. Salir, conocer, los primeros besos, la primera vez que tenemos relaciones con esa persona, las primeras confesiones de sentimientos... Y la otra persona te parece perfecta. ¿Cómo no la conociste antes? ¿Dónde estuvo todo ese tiempo? ¿Por qué tuviste todas esas relaciones vacías, malas, negativas, si existía él o ella?
Algo así pasa con los políticos. Si el ciudadano promedio está viviendo en un país donde hay un partido que hace mucho que está en el poder, probablemente esté desconforme con algunos puntos —más o menos, dependiendo de si los votó o no, si es un "fan" o simplemente lo hizo por comodidad— y considere, en su punto mínimo de paciencia, que debe cambiar. Si ese punto es próximo a las elecciones, lo más probable es que el desencanto y el cambio, duren. Por ende, cuando llega el nuevo partido político —así como llega la nueva pareja a nuestra vida—, al ciudadano promedio todo le parece maravilloso. Toda escoba nueva siempre barre bien, o eso dicen.
Sin embargo, en el amor, a medida que la relación avanza, se pierde ese enamoramiento inicial que sentimos, y por el que vemos a la otra persona perfecta. Nos damos cuenta de que ronca, es medio terco o tiene mal humor cuando recién se levanta. O, en el peor de los casos, vemos que es una persona mentirosa y manipuladora, o que mata gatitos bebé a escondidas. Y ahí, según la gravedad del asunto, tenemos dos opciones —y cuando digo "tenemos" hablo de una decisión puramente ilógica e irracional—: dejar la relación, con la consecuente rotura de corazón; o aceptar esos errores, entender que uno tiene los propios y seguir creciendo.
En la política, el segundo punto raras veces pasa. Puede suceder en mandatos más bien ambiguos, en los que no hay errores garrafales como para decidir volver a votar lo mismo... pero seamos sinceros, siempre, al menos un error grande a nuestros ojos hay. Entonces, la relación se rompe. No entendemos cómo pudimos confiar en el partido, y hacemos lo mismo que cuando terminamos una relación: vamos predicando por ahí todo lo que salió mal, todo lo que no fue,  todo lo que no resultó. Finalmente, ese ciclo termina. En la relación, cuando hacemos el duelo de llorar, comer chocolates a montones, ir al gimnasio para demostrarle al otro que estamos más buenos que nunca, hablar todo lo que necesitamos hablar sobre el detalle más ínfimo de la relación... finalmente, estamos preparados para ver a nuestro alrededor y descubrir que hay personas maravillosas. En la política, generalmente, la situación es similar: miramos el panorama y, como la mayoría de los países son bipartidistas, terminamos optando por el partido más opuesto al que habíamos elegido.
Entonces, pasamos de opuesto a opuesto, como esas personas que se enamoran perdidamente de alguien y a los tres meses están con otra persona. Y en ese juego de opuestos, de desencantos y de pedirle demasiado a una persona tan igual a nosotros —y por ende, tan propicia a cometer errores—, es que los gobiernos hacen y deshacen de tal forma, que terminan dejando el país exactamente en el mismo lugar, atrasándolo, al menos, unas cuantas décadas.
Y así, sucesivamente. 

1 comentario:

  1. RUSA YO NO CONFIO MAS EN LA CLASE POLITICA, NO VOTO A NADIE MAS YA NO VOTE PARA ESTE QUINQUENIO. TODOS LOS POLITICOS SON CORRUPTOS EN GRAN O PEQUEÑA MEDIDA. VOTE A MUJICA EN EL 2099 NO SIENDO FA PUES VI QUE TABARE NOS HABIA FAVORECIDO CON ALGUN CAMBIO. AHORA VEO QUE ESTE VIEJO DE MIERDA HIZO TODO UNA CAGADA. Y LLEGAMOS AL FA, PUES LOS PPTT SE CREYERON LUEGO DE TANTOS AÑOS QUE ERAN UNA MONARQUIA. AHORA EL FA, NUNCA FUI DEL FA, TANTOS AÑOS EN EL PODER SE MANDO LAS RE CAGADAS Y BUENO ESTOY POR MI CUENTA.

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