viernes, 1 de abril de 2016

Sentimiento inexplicable

Ayer fui por primera vez al Parque Central, y pude entender un poco más la magia del fútbol.
Siempre fui ajena a este deporte. En casa, ni a mi padre —que suele ser el que transmite esa pasión— ni a mi madre les interesaba el fútbol. Por ende, no fue algo que me inculcaron, algo que vi ayer en muchos niños, algunos de apenas dos o tres años, que aplaudían y se emocionaban con su camiseta tamaño mini.
No es un deporte que me divierta especialmente. Puedo mirar uno o dos partidos, pero generalmente me aburro o me distraigo con otros elementos ajenos al juego de pelota en sí. Pero ayer, me emocioné. Y me di cuenta de que la magia del fútbol es justamente eso: algo especial y único, algo que corre por las venas y que poco tiene que ver con los goles. Es algo similar al amor incondicional a una madre: sabemos que no es perfecta, pero nunca va a dejar de ser la mejor madre del mundo. Y sí, seguro que muchas madres se sienten ofendias por esto, pero siento que para el verdadero hincha de un cuadro, es algo incondicional e ilógico.
Vi familias, vi colores, vi gente contenta. Vi emoción pura como no veo habitualmente, porque parece que estamos constantemente dormidos en este mundo que pasa rápido y no deja huella. Y sí, aunque no entienda qué es lo que genera que te guste más ese cuado que aquel otro, porque para mí son solo once pibitos pateando una pelota, me alegra esa emoción contenida, esa gente poniéndose de pie exaltada ante un ídolo.
Me gustaría saber que todo esto que genera el fútbol queda acá: en las caras de los niños sonrientes, en las bengalas llenas de color que parecen moverse al son de los bombos y los gritos de las hinchadas, y el juego de algunos virtuosos más abajo, en el césped. Me gustaría creer que toda esa magia queda encerrada en esos 90 minutos, tal vez en los momentos previos, y nada más.
El hincha violento, el barrabrava, la intervención policial... todo eso existe, y lo sé. Pero hoy quería hablar de lo lindo de ese sentimiento inexplicable que genera el fútbol. Ojalá no existiera más la violencia, ojalá todos entendiéramos que todo punto bueno no necesariamente tiene que tener uno malo. Ojalá pueda disfrutar de más momentos lindos de pasión ajena, porque si algo hace feliz a los demás, me termina haciendo feliz a mí.
Y aunque no entienda nada de fútbol, ¡qué lindo es!

***

Gracias a mi hincha de Nacional favorito.

1 comentario:


  1. https://www.youtube.com/watch?v=Rh3kM_sSCuQ

    "una pasión ..es una pasión"

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