jueves, 23 de junio de 2016

Feminazis

No voy a decirte por qué es importante el feminismo. No voy a decirte que el machismo me afecta a mí, pero también a vos: en cada vez que contenes el llanto, en cada momento en que se burlan de vos porque sentís o cuando te tratan de puto porque no te querés coger a aquella. Y sí, heteropatriarcado suena a palabrita inventada, pero no es ni más ni menos que el mundo en el que vivís.
Estoy cansada de explicar por qué no está bien que me juzgues porque mi pareja, hombre blanco heterosexual, cuelga la ropa o lava los pisos. Hartísima de que me grites que me vas a chupar las tetas, que me vas a violar porque por algo me puse una pollera corta. Cansada de escucharte a vos, compañera, decir que Fulanita es una trola porque se acuesta con quien quiere; y también cansada de pensarme a mí misma cayendo en todos estos clichés que escribo, reprimiendo cualquier pensamiento machista que me enseñaron como normal, porque claro, esto del feminismo es relativamente nuevo y nadie antes pensó que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres, o que los homosexuales pueden casarse y tener hijos porque son personas tan válidas como los heterosexuales, y no bestias.
Porque todas estas actitudes terminan en una sola palabra: feminazi. La usan los machistas y aquellos que se consideran "igualistas" sin saber que el feminismo es eso: igualdad. No me digas que soy feminazi porque yo no quiero la superioridad de las mujeres. Tampoco me digas feminazi como sinónimo de lesbiana, amargada, violenta o sucia. No me estereotipes, como yo no lo hago contigo. No generes una sombra oscura e innecesaria sobre algo tan limpio y claro como lo es el feminismo: el intento de construir un mundo mejor. Olvidate de la que pide pelotón de fusilamiento para todos los hombres del mundo porque no hay ninguno bueno, esa está en la misma línea del que mata a una mujer porque "era suya".
Los feministas solo buscamos el bien común, una sociedad justa en la que nadie se sienta avergonzado o menospreciado, violentado o acusado por ser lo que es. El feminismo va más allá de la lucha por las mujeres, del fin de la violencia de género o de pedir que no me grites guarangadas por la calle. Implica que, como seres humanos que somos, nos tratemos en igualdad sin que importe si nacimos con vagina o con pene, más blancos o más negros, con quién dormimos por las noches o en qué barrio tenemos nuestra casa. Feminismo es borrar las barreras que nos autoimpusimos, los prejuicios que nos inventamos y poder así vivir sin violencia, sin opresión, sin odio.
No me digas más feminazi, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario