domingo, 6 de diciembre de 2015

Sea feliz con su pareja YA

Primero que nada, debe saber usted que esto no es un blog de autoayuda. Aquí no escribe una discípula de Coelho que ofrece soluciones mágicas a sus problemas, pero estoy casi segura de que, al menos entre las personas normales, estos consejos servirán de ayuda.
A veces pasa que, cuando estamos en pareja, surgen problemas. Los seres humanos somos terribles, ya que tenemos la capacidad de convertir cosas bonitas en cosas horrendas —como por ejemplo, el amor en sufrimiento—. También tenemos el don de la poca paciencia, que nos hace creer demasiado fácil que todo está perdido y nada se va a solucionar. ¡Pero no sufras más! Hay algunas cosas que puedes hacer para ser feliz con tu pareja YA.
En primer lugar, debe saber que para construir una pareja feliz y duradera en el tiempo, debe estar enamorado. Fíjese si el problema no está allí, ya que esto le quitará un montón de dudas al respecto. Recuerde: la baja autoestima, la necesidad de sentirse querido o de tener pareja por la razón que sea —generalmente, algún tipo de presión social; aunque también podría ser para esconder situaciones tan "vergonzosas" como ser homosexual o asexual— no llevan a buen puerto. Generalmente, escogemos entre las personas que se nos acercan y no a quien de verdad deseamos, y por ende, difícilmente nos enamoremos.
En segundo lugar, tenga en cuenta que la persona de la que uno se enamora no es perfecta, ni su misión en la vida es hacer todo lo que usted desea cual pequeño dictador. Probablemente usted tenga un millón de defectos que su gran ego no sabe apreciar, pero lo cierto es que esas cosas del otro que nos resultan imposibles de soportar, puede que sean nimias comparado con los estúpidos que podemos llegar a ser. Así que, a menos que esté saliendo con una persona violenta, posesiva o represora, entienda que va a tener defectos, que uno puede elegir no soportarlos, pero que no va a haber nadie que no tenga nada que no nos moleste. Y antes de mandarlo de nuevo al bello lugar por el que salió y vio la vida porque no colgó la ropa, recuerde ese día en que usted no fregó los platos porque estaba más interesante la película que estaban dando en la tele. La ropa no se suicidó por no haber sido colgada —valga lo gracioso de la cuestión— ni los platos quedaron inutilizables por lavarlos cinco horas después. Hay cosas más importantes.
Y esto enlaza perfectamente con el punto final. En tercer lugar, relájese. Duerma sin despertador siempre que pueda, discuta los problemas abrazado y cocina algo rico el fin de semana. Tome a su pareja como si fuera el gran Lexotán de su vida, esa cosa que le devolverá la calma cuando todo lo demás esté mal. Capaz que así, y solo así, conseguirá la felicidad con su pareja. Ya.

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